domingo, 10 de mayo de 2015

CONFÍA, SALTA SIN RED


En la relación de pareja es imprescindible fiarse al 200% de la otra persona. Si no, estaremos a medio gas. Y si estoy un poco a medio gas con mi pareja no me entregaré del todo. Y si no me estoy dando del todo, provocaré que el otro tampoco se abra y entregue totalmente. Por lo que mi desconfianza crecerá. 
Ya vemos que es un círculo vicioso, que se retroalimenta en negativo...
“Ya pero es que tengo motivos más que de sobra para no confiar, por eso no estoy dispuesto a hacer el tonto volviéndole a firmar un cheque en blanco”.
Pues precisamente en esa situación en la que necesitas comprobar que tu relación ha recuperado la salud es más necesario que nunca fiarse. Aunque parezca ingenuo volver a hacerlo. 
Si queremos de verdad apostar por la pareja, debes volver a cerrar los ojos y saltar en el vacío sin red. Como un trapecista que sabe que en el aire se cruzará con su pareja que le agarrará fuerte de los brazos.
“Si claro y me la juego a que no me agarre y me estrelle contra el suelo”.
Si lo hace será porque no merece tu confianza y es mejor que cuanto antes seas consciente de que es así. Por eso compensa el riesgo.
Lo contrario es quedarse en lo alto del trapecio, sufriendo por la angustia de saltar o no y dejando que el tiempo pase sin que al final sepas si te hubiera agarrado o no.
La decisión es tuya, pero no te quedes a medias.

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