domingo, 24 de abril de 2016

UN ÚLTIMO CARTUCHO?

A veces llega al despacho alguien que te dice que está seco por dentro. Que no ve nada que le anime a seguir con la relación. Que los sentimientos hace tiempo que se fueron con billete de ida. No sabes qué decir.

Es difícil ayudar a esa persona a poner emoción en algo que ahora sólo tiene dimensión de obligación. Y sin embargo tantas veces ellos y ellas se presentan convencidos de que “merece la pena darse una última oportunidad”. En cierto modo puede ser para quedarse con la conciencia tranquila pensando que –ya he hecho todo lo que estaba en mi mano-. Otras veces es el no al fracaso lo que puede estar detrás. En otras ocasiones será la familia, las convicciones personales, etc.

“Al fin y al cabo nos metimos en esto porque quisimos, los dos, totalmente convencidos. Queríamos crear un hogar juntos. Los hijos también llegaron porque a los dos nos apetecía mucho tener una familia. Entonces, ahora que veo que hay que desmontarlo, supongo que tendré que darle una oportunidad. Creo que se la debo. Es de justicia. Él no quiere dejarlo y yo no le puedo negar este último esfuerzo. Trataré de poner toda la carne en el asador. Aunque tengo muy poca confianza en que esto salga a flote.”

Pues sí, Ana. Piensas bien al decir esto. Os lo debéis el uno al otro.

Y a todos los que no somos Ana, nos puede servir la idea de recordar siempre que somos dos, y que tenemos que seguirlo siendo siempre en las cosas grandes y en las pequeñas. 
Que tenemos que actuar siempre pensando en el otro cada vez que tomemos una decisión. 
No es que nos aniquilemos, es sencillamente que pasamos nuestras decisiones, las que afectan a nuestra vida de pareja, de familia, por el tamiz del otro. 
Así mantenemos las cuatro ruedas en paralelo y no habrá accidentes

domingo, 17 de abril de 2016

CELOS DE QUÉ?

Claro que pueden aparecer los celos en cualquier relación. Y no necesariamente esos celos en los que todos estaremos pensando. Los que nos llevan a inquietarnos por el modo de relacionarse con el sexo contrario que tiene nuestra pareja. Éstos hacen sufrir, pero si no responden a nada real, será un tema del que los dos hablarán y hablarán hasta llegar a comprenderse y a saber cómo actuar.
Pero hay otros celos, celos de sus amigos, celos de su familia, celos incluso de sus aficiones… normalmente la persona que siente estos celos de elementos que rodean su pareja, puede tener una baja seguridad en sí mismo que le lleva a sentirse inquieto y a ver competencia en esos elementos.
No dejes que eso te ocurra, respira hondo, mira tu pareja y piensa que sois el uno para el otro. Disfrútalo, llénate de ese sentimiento de mutua entrega y mutua posesión. Y rechaza con un fuerte revés esos pensamientos. Gana seguridad al sentirte querido. Elabora este pensamiento, es el mejor antídoto.


domingo, 10 de abril de 2016

EL DIABLO ESTA EN LOS DETALLES

Eso dicen los ingleses haciendo referencia a que a la hora de ponerse de acuerdo, los problemas surgen en cuestiones pequeñas. Se me ocurría que el ángel de una relación, por decirlo así, también está en los detalles. El ajuste fino entre vosotros dos es cuestión de detalles. Y estos no salen solos. Al menos no necesariamente, no siempre...
La carga, o sobrecarga, de trabajo, las prisas, la rutina, el acostumbramiento no bueno...todo esto se puede llevarse por delante con facilidad el radar de los detalles. Ese que te lleva a acordarte de que hoy tenía esa reunión y pones un mensaje. Ese que te avisa de que ya casi no le queda colonia, de la suya favorita. Un sensor especial que te lleva a preguntar cómo estás insistiendo ante una cara apagada. 
A algunos les sale con más facilidad que a otros, pero creo que a todos nos convendría acabar el día preguntándonos: ¿Que detalles he tenido hoy con...?

domingo, 3 de abril de 2016

HACE CUÁNTO QUE NO....?

El sábado me invitaron hablar ante un grupo de parejas unas cincuenta o sesenta y me centre sobre algunos puntos fundamentales de la relación. Y hablándoles a ellos les planteaba la necesidad de hacer examen, de pararse. 
También os lo digo a vosotros, por cierto un saludo después de un pequeño parón en estas líneas semanales, pregúntate a ti mismo, a ti misma y también preguntároslo como pareja:
¿ Hace cuánto tiempo que no salimos a cenar, los dos solos?
¿Hace cuánto tiempo que no nos dedicamos un rato a última hora del día para estar solos, tranquilos y aislados de todo?
¿ cuándo fue la última vez que nos fuimos un fin de semana desconectando de todo y de todos?
¿ cuándo fue la última vez que tuve un detalle material, un regalo, así porque si?              
¿Le digo lo increíble que creo que es? ¿Le hago sentir mi admiración?
En fin vamos a dejarlo aquí pero creo que todos sabemos donde nos aprieta el zapato y es ahí precisamente donde debemos hacer nuestro examen.